lunes, 26 de junio de 2017

La amante pastelera







---_ Y ¿En qué hospital te ingresas? ¿En Valdecilla o en el de Laredo?

    _ Más lejos, mucho más lejos.

    _Pero... Pues...¿Qué tienen que hacerte? ¿Acaso es algo malo?

    _ Una liposucción, hija. Que dice la Josefina que como mucho queso.

   La pastelera echose a reír a carcajadas._ ¡Mira que siempre estás con chascarrillos, y con bromas! Ya veo que me estás vacilando.

  _ Bueno. Que voy con prisa.

  _ Entonces... ¿No estás malo?

  _ ¡Qué va! De momento_ dijo y persignose_ más sano que una perdiz y más duro que el cuero de un jabalí.

  _ Ya te veo.

  _ Como no me pegue un tiro, difícil será que se deshagan de menda.

  _ Ya ha habido lío con la Josefina._ Insinuó la mujer._ Por cierto. ¿Qué tal tus hermanas Magdalena y Cristina? Las he visto sólo de pasada, porque aquí, no son quienes de entrar a comprar ni una quesada, ni una caja de sobaos. No entran ni para saludar. Mira lo que te digo.

  _ Son así._ Dijo Marcial, avergonzado.

  _ La verdad, es que tienes unas hermanas que no sé si se creen la aristocracia o algo. ¿Qué se piensan? ¿Que por dejarse ver va a estar una luego hablando de ellas? Pues, si ya ves. Hablamos  de todos modos. ¡Qué manera de escurrir el bulto! Y para cuatro pelagatos que quedamos aquí, en el pueblo...  En fin._ Dime tú ¿qué otro entretenimiento nos queda si no es hablar?

  _ Razón tienes.

  _ Tu hermana Magdalena ha llegado muy lejos. Y yo me alegro por ella. Pero siempre se gastó muchos humos. Lo que me extraña es lo de Cristina. Pues si fue compañera mía de pupitre en la escuela. Y buenas amigas que éramos. Y que ni fuera una una pobre de pedir, que no se digna ni pasar a saludar. Como si la debiera yo algo, o temiera que le fuese a pedir algún favor. Y yo no soy de esas. Tu sabes Marcial, que yo también tengo mis hermanos que buenas colocaciones tienen, y mis primas también, sin ir más lejos, que bien que han prosperado fuera de estos valles. Y yo misma podría irme de aquí, y abrir la pastelería en Santander, o en Bilbao.

  _ No tendrías competencia. Eso ya te lo aseguro yo.

  _ Pero ¿Qué vas a dejar esto? ¿Vas a dejar esto que siempre nos dio la vida en manos de REPSOL?

  _ ¡Vaya!_ Sonrío Marcial.

  _ ¡No me da la gana de irme! Es mi tierra. Y yo amo mi Tierruca.

  _ Olvidaba que eras concejala, y la presidenta de Cáritas.

  _ A este paso me quedo de alcaldesa.

  _ Buena activista eres.Tú sigue contando con mi voto.

  _ Tu ya sabes Marcial. Aquí, de fractura hidráulica ¡que se olviden!

  _ Ya veo, Ya. Que aunque ya no queden casi vecinos. Tú sacas a los de las manifestaciones de debajo de las piedras.

  _ Querer es poder.

  _ Y que le dedicas tu tiempo a la lucha. Y eso es de agradecer.

  _ Pues mira. eso es lo que tengo aquí, que no tendría en la ciudad. Tiempo.

  _ Pero tendrías más dinero en la ciudad.

  _ Ya. ¿Pero no sabes tú que el tiempo es oro?_ Río ella.

  _ Y la salud también. _ Dijo él.

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