sábado, 3 de junio de 2017

Antes de los nubarrones.













    Cuando llegó el sobrino donde estaba el tío, entonces, se sentó al lado suyo. Marcial seguía abriendo unas pestañas y cerrando otras. Así que Neluco empezó a hablar del tiempo. ¿Qué otro tema mejor para empezar a distender el ambiente,y que Frailón saliera fuera de su coraza? 





   _ ¿Estás viendo El Tiempo?
   _ Sí. Y me da la risa.
   _ El pronóstico dice que a partir de mañana viene malo.
   _ Y también este medio día.
   _ Se espera un giro.
   _ Ya te digo yo. Que el Sur de hace dos días, ese está agazapao. Vas a ver como levante._ Amenazó._ En cima esta mañana ha empezado a soplar el Nordeste. ¿No lo notas?
   _ Sí._ Respondió Neluco.

   _ Pero está débil todavía._ Observó Marcial.
   _ Pues como el viento deje de soplar y caigan las temperaturas de golpe, prepárate.
   _ ¿Pero no dices que viene Sur? Al menos eso te he entendido.
   _ El sur tiene muy a mal enfriarse de golpe y porrazo.
   _ A ver tío... Los de la tele han dicho que viene un frente frío.  Se dice de esa manera. Y que al chocar con el caliente, pues eso produce los oscuros nubarrones con todo el aparato eléctrico. Pero de momento, desde aquí se ve todo tranquilo. El pronóstico es para dentro de dos días. Has visto que estos días ha estado soplando el Sur. Ayer tuve que sintonizar la antena  en casa de la abuela.

   Fue nombrar a la vieja y volver a imponerse el silencio. Neluco escuchó, desde el alejado tintinéo del campano de La Generala, hasta el susurro de las espigas de la hierba alta rozándose unas con otras.
   

   _ ¿Qué haces cuando ves venir el trueno?_ Le preguntó a su tío después de un rato en que ya se empezaba a aburrir...
   _ Cuando veo venir el trueno corro cañada abajo con las vacas.
   _ Eres más rápido que el relámpago, entonces.

   _ Me gusta hacer deporte.
    De todos modos desde aquí, a las tormentas se les ve venir de lejos.



   _ ¿Sabes la velocidad que puede alcanzar el viento, con tormenta incluida, en esos casos?
   _  Ni idea. Sólo sé que va muy rápido. Pero a mitad de camino tengo una cabaña.
   _ ¿Dónde? No por donde he subido.
   _ Ya te la enseñaré un día de esos que estemos en el caso...
   _ En el caso de que amenace tormenta, quieres decir.
   _ Eso es.
   _ Y hay un saliente tembién, antes de llegar al borde de la breña. Un refugio perfecto para las ovejas. Y ahí hay sitio de sobra tembién pa mis tudancas.
   _ Y ¿dónde se meten los corzos y los rebecos?
   _ Los corzos ahí tembién. Los rebecos lo tienen más fácil. Esos se guarecen  bajo cualquier saliente, del tamaño justo para ellos. Muchas veces, en las mismas paredes de los costados de la breña. Ahí hay como pequeñas hornacinas, si te fijas. Pues ahí.

    Neluco se quedó pensando lo dicho por Marcial. Es cierto que no se fijaba demasiado. Tenía que aprender a fijarse más.

   _ A ti, tío ¿No te habría gustado conocer otros sitios, otros parajes?
   Esto está siempre tan solitario.

   _ Depende cómo lo mires.
   _ Pero quiero decir, que ahora que tienes internet, y sabes mejor cómo es el mundo...Y ahora que esto te lo conoces como la palma de la mano, Y tienes el riñón hecho, porque tienes una edad...
   _ Mejor que la palma de la mano conozco todo esto._ Admitió el tío._ Ya te digo.
   _ Igual te gustaría- No sé-....¿Viajar? ¿Cambiar de aires?
   _ No me lo he planteado nunca.


  _ ¿Es posible?_ Preguntó el sobrino asombrado.
  _ Lo es_ respondió Marcial. Y añadió que todavía no había terminado de ver todo aquello.

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