EL MAR

 

_ ¿ Crees que conozco el mar? Lo he visto desde las montañas muchas veces. Y he estado en Suances varias veces tembién y en San Vicente de la Barquera alguna vez; Pero nunca en Comillas... También estuve una vez en Laredo,  a ver a un amigo que le habían operado en el hospital. Y también bastantes veces en Santander, por cosa de bancos sobretodo y de hacienda, he estado. Y porque hay que ir a veces a Consejería, y enterarse bien de las subvenciones agrarias y esas cosas, que si no; Ahora hay una muy buena, para los interesados en recuperar la rojina, esa es la auténtica raza de aquí, la de los valles pasiegos. Yo tengo alguna en la cabaña de la finca que me lleva el cubano.

  _ ¿Me las presentarás?_ Preguntó el sobrino vacilando. El tío seguía a lo suyo; Pero escuchaba todo lo que había que escuchar, así que le contestó:

    _ Te las presentaré. Tendré unas quince, de momento. Es un poco desconfiadilla; Pero no es mala vaca. No. Es bastante dócil. Incluso te diría que es cariñosona y tierna. Con las vacas no hay que ser avaricioso._ Dijo de pronto. Y torciósele el gesto como si un recuerdo doloroso le hubiese venido a las mientes._  Con ningún animal en realidad...  Pero bueno...._ Se quedó pensando.
_ No. Nunca he estado en Castro.

    Dramático pensó el Neluco. Empezábamos a hacernos mayores ¿Qué pasa en el cerebro de la gente de esta familia que da más circunloquios que un tiovivo?
    
   Quizá era el  efecto de los valles sobre la mente. 

   _ ¿Nunca has estado en Castro?_ Preguntó asombrado el sobrino,  volviendo así a la conversación anterior.
   _ Sí en Castro-valnera. Esa montaña tan grande que tienes ahí, cerca de Pico la Miel. Pero nunca en Castro Urdiales, me refiero.

   Así mismo se dijo Neluco que  muy cerca de Castro Urdiales se podía pillar marihuana de la buena; Pero se libró  de hacer un comentario de esa índole delante del  Marcial, que no sabía lo que era un ducados, menos: un porro.


 _ ¿Acaso te conoces tú la provincia de pe a pá?

   _ No... Pero bueno. Castro...

   _ Pues si nunca me ha coincidido tener que ir.

   _ El abuelo era de Guriezo y no está muy lejos de Castro.

   _ Yo me conozco bien toda la Montaña Occidental de Cantabria, y también parte de la Encartaciones. Eso está ya en Vizcaya.- Y mucho del norte de Burgos me conozco-.  Y bueno, he visto desde algún punto, por ahí , cuando he estado por los Altos del Asón bonitas vistas de Castro Urdiales, puerto marinero. Pero ¿qué hace un pasiego en Castro? ¿Me lo puedes decir?  Además a un pasiego nunca le sobra el tiempo.

       Y si lo tuviera_ añadió Frailón después de su punto y a parte.- Me dedicaría a conocer bien cada rincón de esta provincia. Trasmiera, por ejemplo. en esa zona tengo yo buenos amigos. Y ya me han comprado alguna que otra tudanca, sólo por capricho: Siete que vendí a uno de Galizano.  Tres que se fueron para El Dueso. Y hasta los monjes de Monteano me compraron dos. Tengo que conocerlo:  El cabo de Ajo. Siete Villas... De Santander a Santoña , no creas que me lo conozco muy bien. No sé. Y tampoco Los Picos de Europa.  De la cara oeste de Peña Sagra a Unquera ando perdido.  Creo que voy a hacerme con unas cuerdas y picos de escalador, y todo el equipamiento, para hacerme una ruta memorable; arneses, cintas exprés, mosquetones, pies de gato, ochos-descensores y un  grigri de esos que se usan para asegurar el descenso por las paredes verticales, y bajar rápido como una bala. No me vendría mal cambiar de aires_ Barajaba el tío._ No señor.

    _ Estás loco tío.- Apuesto a que encuentro más rápido que el buscador tus tutoriales preferidos.- Trasmiera... Eso en un día ves todo lo que halla que ver. Te coges un coche y ya está.

    _ Me mareo.

    _ Pues aprende a conducir.

    _ Las vacas también se marean.


    Neluco rompió en carcajadas.
    _ Perdóname, de verdad, que me ría. Pero así no vas a ninguna parte
.
    _ A mí no me ha ido mal.

    _  No, ya.

    _ Hay que ser más competitivo. ¿No te has planteado que incluso, igual te habría ido mejor? Y, no sé. Te tendrían quizá más respeto todos.

    _ ¿Para qué?

    Neluco no insistió y se limitó a esperar el siguiente movimiento del Marcial.

 
    _ Bueno: Creo que ya es hora de ir levantando el tenderete. Y esto se está quedando sin batería.

   Se levantó Marcial y Neluco hizo otro tanto.