miércoles, 31 de mayo de 2017
Debería haber escrito Adoración de Sus Majestades Los Reyes Magos a Nuestro Señor Emanuel. Sin embargo escribió tan sólo:
ADORACIÓN
Sabía que un alubión de imágenes, una insana mezcolanza se cargaría en la pantalle de su pc. Era por comprobarlo, y estuvo en lo cierto. Aquello fue ya el rebús de los rebuses.
_ Tienes que ajustar la búsqueda._ Le dijo el Neluco cuando se lo comentó._ Cuanto más la afines más concreta el buscador.
_ ¿Y eso cómo lo sabe uno?
_ Pues nadie ha nacido aprendido. Es todo cuestión de práctica.
En aquel momento, consciente de los perniciosos peligros mundanos a los que estaban expuestos los chiquillos en la casa de su madre, y en cualquier parte del mundo, con eso de vivir conectados al mundo exterior, no solo aprendió a copiar pantallazos y a denunciar en el cuerpo de delitos telemáticos de la Guardia Civil todo lo que no le parecía adecuado, si no que durante un tiempo estuvo a la caza de paginas inadecuadas hasta que un buen día acabó vomitando. Y acabó viendo que aquel trabajo no era para él.
Quizá desde entonces andaba el Frailón con más mal temple del común, y sus ojos se habían entristecido un poco. Josefina le había recomendado que fuese a mirarse el tiroides, que seguro que no le andaba regulando muy bien, y que a su modo de ver no era de extrañar porque tomaba demasiada leche. Ese último comentario de Josefina le puso por cierto de muy mala leche. Consignas en contra de la principal industria de la región, y auto-sabotaje como diría él.
De cualquier forma, en la Guardia Civil se le apreciaba mucho. Y se habían conseguido cosas.
Para entonces Frailón ajustaba tanto su búsqueda, que a veces no entraba ni en la barra de navegación.
De esto que haya decidido abrirse un blog y dedicarse a escribir.
_ Yo aquí no te retengo a la fuerza_ proseguía su madre._ Tendrías que buscarte una buena mujer y casarte, que todavía estás a tiempo.
_ Sí. Ya, total, como usted ya me comió bien la juventud._ Suspiró él._ Ahora me busco una para que me cuide a mí.
¿Sabe que le digo? Madre
_ Que te vas. Pues que Dios te oiga. Y ahí tienes la puerta.
Frailón se esfumó tras un portazo que hizo temblar toda la casa.
_ ¡Que se ha ido, abuelita! ¡Que se ha ido!_ Dijo preocupada la niña pequeña de la Josefina, que nunca había visto a su tío tan hundido y casi arrastrándose por el suelo.
_ Pues que se vaya.
_ ¿Y quién nos va a cuidar entonces?_ Preguntó Neluca en su inocencia.
_ Puede entrar un ladrón, abuela._ Previó el Javieruco.
_ Vais a ver como no se va. Siempre está igual. Pareciera que nada se hace sin él.
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